Es sabido cómo una mala maniobra en la ruta o una conducta imprudente hoy es rápidamente grabada y viralizada en pocas horas a través de las Redes Sociales debido a que son los demás vehículos los que buscan hacer de esa forma cierta “justicia” para prevenir otros accidentes y para poner el alerta sobre cómo alguien que no cuida su propia manera de conducir puede poner en riesgo al resto de los conductores.
Y aún más, en muchos casos han sido plasmados accidentes en este tipo de videos domésticos que realizan los viajantes y estos han servido para que la policía actúe y detenga a los culpables de tal o cual caso.
De manera que siguiendo el curso de los hechos y los resultados que estas operaciones ofrecen, asoma la siguiente pregunta: ¿cuánto falta para que las aseguradoras de los autos tomen en cuenta estos testimonios presentes en las Redes Sociales para evaluar el riesgo que los conductores conllevan con su manera de conducir? Y llegado el caso de que esta acción comenzara a producirse, ¿habría un cambio en los conductores o en las pólizas que cubran sus vehículos?
De la teoría a la práctica
Existen varias aplicaciones que permiten capturar imágenes de video en tiempo real entre las que se encuentra Persicope. ¿Qué pasaría si alguien tomara registro de alguien conduciendo ebrio y que mientras se toman las imágenes se llamara al 911 para denunciar el caso? La policía podría tomar nota de las coordenadas donde está ocurriendo el hecho y rápidamente asistir para prevenir un accidente.
Y este es un ejemplo pero situaciones semejantes ya han ocurrido, por ejemplo, en Estados Unidos y esta cadena de información ligada con la tecnología y con internet da cuenta de que poco falta para que la medición de riesgos de un vehículo con su conductor pueda realizarse también a través de las Redes Sociales.
¿En qué lugar queda el derecho a la privacidad?
Poco lugar queda para hablar de la privacidad desde que las Redes Sociales se han expandido por el mundo. Si bien cada una de las Redes habla de la regulación que cada uno puede tener de su propio dominio en lo que a seguridad se refiere, en el momento en que algo se divulga ya deja de pertenecer al ámbito de lo privado y lo que la persona que reciba ese material haga con lo que le llega, ya se escapa de las condiciones de privacidad que previamente se hayan planteado.
Son algunas cuestiones muy finas pero que probablemente no llegaran a resultado exitoso en caso de que las personas decidan apelar a las medidas de privacidad para que no se tenga en cuenta lo que realmente estaban haciendo.
Porque si una persona está manejando ebria y está poniendo en riesgo la vida de muchas más personas además de la suya ¿cuánto valor tendría una apelación acerca de si se tiene autorización o no para difundir su acción privada que involucra necesariamente a terceros?
El punto está entonces en que las aseguradoras podrían nutrirse de la información presente en las Redes Sociales para tomar nota de sus hábitos de conducir, como también se sabe que muchos empleadores registran las actividades que sus potenciales empleados hacen y difunden a través de las Redes Sociales para tener un conocimiento superficial de cuáles son sus conductas cotidianas.
¿Se pueden cuestionar los datos que se tomen a partir de las publicaciones en las Redes Sociales?
Por lo que veníamos diciendo anteriormente hay una pared muy delgada que divide la privacidad de lo público cuando se usan las Redes Sociales para difundir las actividades cotidianas indiscriminadamente. Además, puede que no se tomen en un primer plano todos los datos que se encuentren disponibles sino que sirvan para formular un perfil del conductor. Así se podrían observar no solo los eventos de riesgo en los que podría haber estado inmerso un dueño vehicular sino también la frecuencia en la que viaja, la cantidad de familia que tiene, las actividades que realiza cotidianamente.
¿Te preocupa? Podés hacer algo al respecto.
Probablemente todos coincidamos en cuán provechoso resulta para la sociedad de los conductores en general que se tome registro de aquellos que no toman las Leyes de Tránsito en serio ya que su mal desempeño pone en riesgo también la propia vida. De manera que si encontrás a alguien que está conduciendo de manera peligrosa hacé un video y compartilo para que se alerte al resto de los conductores y que se lo penalice en caso de que sea necesario.
Pero puede que no te agrade tanto el hecho de que tu vida sea material y datos para analizar tu comportamiento integral, en tal caso tendrás que evitar alimentar las Redes Sociales con cada una de las acciones que realices con tu vida.
¿Creés que a las aseguradoras les serviría analizar el comportamiento integral de sus asegurados?
[Tweet “”¿Las Redes Sociales evalúan la peligrosidad de los conductores?””]