Claro que no todos los autos tienen las mismas partes ni están compuestos de la misma manera, pero aun así, hay ciertos cuidados que se pueden contemplar y que son aplicables a la mayoría de las unidades de manera que, si seguís este listado, tendrás cubiertas todas las acciones que colaborarán en que tu vehículo luzca de la mejor forma.
Cuidado del motor
Cómo hacerlo:
Hay partes que componen el motor que siempre tenés que revisar. Es el caso de las bujías que sin mucho conocimiento de mecánica podés cambiar por tu cuenta. Si cuando querés encender el coche notás cierta dificultad, puede que las bujías no estén funcionando correctamente. También podrás notar un aumento en el gasto del combustible o que el auto avanza como si le faltara combustible. Para todos esos casos la revisión de las bujías es necesaria.
Tendrás que mirar que la lengüeta de la parte roscante no esté demasiada pegada y de igual manera, tampoco tiene que estar tan alejada de la aguja central.
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Control de Aceite
No resulta en absoluto excesivo el control del aceite 2 o 3 veces por semana. Dado que cumple una función de lubricante no puede escasear. También funciona como refrigerante de las piezas internas del motor.
Para su control periódico existe una aguja que debe mostrar en qué nivel se encuentra el aceite. No tiene que estar ni más allá del máximo ni debajo del mínimo.
Líquido de frenos
Del mismo modo en que se controla el aceite también debe controlarse el líquido de frenos que no tiene que sobrepasar el máximo disponible así como tampoco encontrarse por debajo del mínimo.
Filtro de aceite
Otro cuidado que debe promoverse es el del cambio del filtro de aceite. Esta acción se tiene que llevar a cabo cada 7500 kilómetros recorridos para que pueda seguir cumpliéndose la función de protección del motor de manera eficiente.
Prevención con fusibles defectuosos
Sobre todos los autos más modernos cuentan con muchas de sus funciones reguladas mediante fusibles. Para que no sorprenda algún inconveniente con alguno de ellos se deben revisar regularmente por posibles rupturas o defectos. En muchos casos se puede encontrar también que están quemados y que si no se hubiera revisado se iba a tener conocimiento de esa situación en el momento de que se necesitara activar tal o cual función.
Cuidados del interior del habitáculo
Si bien en el interior del automóvil, los cuidados que tienen que propiciarse son menores, no por eso son menos importantes.
Es importante recordar en este punto que cuanto más cuidado se brinde en función de un mantenimiento más se podrá prevenir el deterioro del vehículo.
Tendrás que mirar con regularidad el tablero y tomar registro de que todo esté siendo señalizado correctamente. También puede ser ese el momento en que te decidas a probar si todas las luces prenden y si se encuentran en foco de la luz que tienen que proporcionar.
En el paseo por el interior del vehículo probá la tensión de los cinturones de seguridad y medí que la visión que te estén proporcionando los espejos retrovisores sea la correcta.
Finalizada la evaluación de tu vehículo en función de los ítems antes descriptos verás también qué otras cosas te “hicieron ruido” y si algo se escapa a tu posibilidad de actuar lo mejor será que consultes rápidamente a un especialista para no sufrir males mayores.
¿Hay algún otro cuidado que prestes regularmente a tu auto y que te interese compartir?