Desde 2014, todos los coches 0KM se venden obligatoriamente con ABS, que es un sistema de antibloque de frenos. La sigla proviene del término inglés Anti-lock Brake System, y el dispositivo permite mantener el control sobre el vehículo y maniobrar, a pesar de que estemos clavando los frenos. De esta manera, ante un imprevisto uno puede “pararse” arriba del freno y al mismo tiempo girar el volante. El coche no bloqueará ruedas y por lo tanto no derrapará. Sí notaremos un martilleo sobre el pedal de freno que puede asustarnos, pero lo importante es no dejar de pisar el pedal de freno y mantener el control sobre el volante, hacia donde lo giremos, virará nuestro coche, ya que no habrá perdido adherencia con el suelo.
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¿Cómo frenar de emergencia sin ABS?
En un vehículo con frenos convencionales al “clavar los frenos” lo que ocurrirá es que las ruedas se bloquerán y el coche va a derrapar continuando su recorrido gracias a la inercia, sin importar hacia dónde estemos girando el volante, porque ya perdimos el control.
Lo importante es no girar el volante mientras estemos frenando. Luego de frenar, preferentemente con bombeo, hay que volantear dejando el pedal libre. En la maniobra tampoco hay que pisar el embrague o intentar bajar un cambio, eso “liberaría” el motor y perderíamos aún más el control sobre el giro de los neumáticos. La gran diferencia con un auto equipado con ABS es que hay que llevar a cabo dos acciones continuas pero claramente independientes: frenar y volantear, que de la otra manera podrían hacerse en simultaneo con además un recorrido más corto de frenada.