Ya no hay más vueltas que darle. Puede ocurrir que en algunas circunstancias – mínimas por cierto- el uso del cinturón de inseguridad haya resultado contraproducente, pero la realidad es que prácticamente la única forma de salvarse la vida en algún impacto que con el auto se tenga es contando con el cinturón de seguridad bien colocado.
La posibilidad que se abre por muerte en un accidente de tránsito se multiplica por seis cuando no se tiene colocado cinturón de seguridad y ello corresponde tanto para los niños mayores de 4 años como para los adultos, viajen en la posición del auto en que viajen.
La seguridad de los más pequeños
Si no lo sabías hasta ahora, es momento de que sepas, que los más pequeños del hogar tienen que viajar en sus butacas especiales pero no es suficiente con que estén sentados en estos lugares. Es importante que las butacas se encuentren adheridas al asiento del auto y que cada vez que se siente un pequeño en ellas sea atado como corresponde con todas las medidas de seguridad que la silla presente.
Si alguna de estas pautas no se llevara a cabo, los resultados podrían ser catastróficos puesto que el auto a cierta velocidad se convierte en un misil en potencia.
El impulso de la velocidad
Es un error pensar que siempre que se viaje a una velocidad baja no habría consecuencias por la falta de uso del cinturón de seguridad en los más chicos. En este aspecto es importante aclarar que con tan solo una velocidad de 50 km/h ya es suficiente como para que un impacto culmine en un destino no querido para quienes estén a bordo del vehículo.
Lo que suele suceder es que cuando el auto impacta las personas salen despedidas como proyectiles luego de haber golpeado su cuerpo contra los asientos. O bien se caen sobre los pasajeros que se encuentren en el asiento delantero y ello implica una pérdida de control del volante instantánea. Esta terrible situación se podría prevenir con solo contar con el cinturón de seguridad puesto y ajustado a las necesidades de cada pequeño.
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Inquietos controlados
Por otra parte, además de la necesidad de que cada quien tenga su cinturón de seguridad colocado de manera preventiva, en los más pequeños del hogar, su uso se convierte en una forma de control de los movimientos que los niños tengan dentro del auto.
Sabemos que mientras se maneja es imposible prestar atención a todas las inquietudes y necesidades de los pequeños de manera que puede suceder que en el medio de determinado recorrido se produzca algún inconveniente que desestabilice al pequeño. Por más recomendaciones que se les haya dado, pararse del asiento, abrir las ventanillas o acercarse para donde se encuentran los adultos es algo que instintivamente el niño hará. Esto puede generar una desestabilización de la atención o del control real que se esté teniendo del volante con consecuencias desfavorables.
Así, dentro del habitáculo del auto y en un estado de conducción normal también te resultará útil mantener a los niños ordenados y ajustados, prudentemente, a sus asientos.