Si ya tenés un auto o estás cerca de adquirir uno debés saber que es imprescindible contar con un seguro para poder transitar por las calles. El seguro del auto, además de ser obligatorio, te brinda tranquilidad de tener siempre un respaldo ya que uno puede lograr todo el control posible de su propio vehículo, pero la calle tiene imprevistos que hacen que, de repente, una mala maniobra ajena lo deje a uno fuera de control.
Ahora bien, seguramente hayas oído mucho acerca de las aseguradoras, de sus pólizas y de la atención que brindan y puede que alguna de las ideas que te llegan sean erróneas o que sea necesario aclararlas un poco más. Pero ante todo ¡tranquilidad! Esos datos tambaleantes sobre las aseguradoras quedarán nulos con la explicación que obtendrás en los próximos renglones.
“El seguro de un auto se determina según la pericia del conductor”.
Falso. Muchas son las variables que se ponen en juego en el momento de determinar un seguro para el auto. La póliza se obtiene tras la evaluación del vehículo que incluye cuestiones tales como la antigüedad, la zona de procedencia, las particularidades de la marca, etc. De todos los datos que se registran y de algunos otros factores que se puedan solicitar extra, se obtiene un importe que será el que haya que abonar para obtener el seguro del auto. Sí, es verdad que la buena conducta de quien maneje el auto puede influir positivamente en las renovaciones de la póliza de seguro que, si no acarrea accidentes, puede disminuir en algún aspecto su valor.
Aun así, conducir responsablemente siempre trae un beneficio más allá de lo que la aseguradora pueda premiar.
[Tweet “”A más edad del conductor, más cara la póliza: FALSO!””]
“El color del auto incide en el valor de la póliza”.
¡Podés elegir el color de auto que más te guste! Nada tiene que ver el color de un vehículo con la póliza de seguro que se tiene que abonar. Este mito tan falso como que el auto blanco es menos sucio, viene de la idea de que los colores llamativos son los que prefieren los más jóvenes y que son estos los que con su ímpetu e inexperiencia pueden tener más accidentes, sin embargo, nada de eso es así. No hay colores de autos para cada edad sino gustos y elecciones que pueden hacerse de sin limitaciones.
“ El clima influye en mi póliza de seguro”.
No es exactamente así. No quiere decir que un día de lluvia aumente tu póliza ni mucho menos una nevada. No es el clima el que determina el valor de una póliza pero sí el lugar de procedencia del vehículo ya que hay zonas en las que los vehículos pueden correr más riesgos y estos tienen que estar contemplados. Hoy siempre existe la opción de sumar a una póliza clásica un seguro contra granizo y esa es una elección que podés hacerla libremente y constituye, tal vez, una seguridad con la que te gustará contar.
“A más edad del conductor, más cara la póliza”.
¡Nada de eso! En realidad, podría decirse que es inversamente proporcional la edad del conductor con algún extra que el seguro del auto puede tener. Ciertas aseguradoras suman algún índice cuando los conductores son más jóvenes puesto que estadísticamente suelen tener correr más riesgos al manejar por su ímpetu y energía. Aun así, la mayor variación en un precio de seguro tendrá que ver con la edad del auto y no con su conductor.
“Ningún seguro cubre el choque con una moto”.
Claro que es falso. Las pólizas, ya sean contra terceros o contra todo riesgo incorporan un código de cobertura de responsabilidad civil dentro del cual estaría incluido el choque con una moto entre otras situaciones que pudieran ocurrir en el tránsito. Desde esta perspectiva no te será difícil encontrar un seguro que te asista.
“No vale la pena agregar detalles al auto porque el seguro no los cubre”.
Es cierto que muchos de los accesorios de un auto no forman parte de las pólizas de seguro tradicionales y básicas, pero ello no significa que no puedan asegurarse unas luces distinguidas o llantas destacadas. Lo importante en estos casos es hacer un detalle en el momento de cerrar la póliza de lo que uno quiere asegurar y de esa forma quedará todo cubierto aunque, claro, seguramente ello implique una modificación de la tarifa final.
“Un auto viejo nunca se asegura”.
Hay que tener un poco de precaución respecto de esta afirmación. Es verdad que los autos que cuentan con cierta antigüedad dejan de tener vigencia para las pólizas clásicas pero no ocurre lo mismo si se trata de autos viejos que entran en la categoría de clásicos. En estos casos siempre se puede solicitar un tipo de seguro propio para estas condiciones.
“Todos mis autos tengo que asegurarlos en la misma empresa”.
Tal vez hace un tiempo te hubiera convenido realizar esta acción sin siquiera pensarlo por las dificultades que te podía haber generado deambular por varias agencias solicitando pólizas diversas. Hoy con los medios de cotización online podés encontrar con mucha facilidad el mejor seguro para cada auto sin condicionantes de este tipo.
¿Aclaradas las dudas? Si te quedan consultas ¡este es el lugar para hacerlas! Adelante.