La guerra comercial que se está llevando a cabo entre China y Estados Unidos, ahora parece estar afectando a una de las industrias más fuertes, la industria automotriz. Es que las cosas no están marchando con excelencia, como se acostumbra en el sector y tal como lo quisieran muchos fabricantes y potencias del mundo, puesto que las ventas de automóviles han registrado una caída en los Estados Unidos, lo que ha impedido que muchos gigantes automotrices en la región, hayan podido cumplir con las expectativas durante el mes de julio, tan solo por mencionar un mes en concreto.
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Un gran temor que muy bien podría ser una realidad, es que la demanda de vehículos haya llegado a su punto álgido y que por ende, todo lo que vaya a venir de ahora en adelante sean bajadas continuas, una situación que incluso podría empeorar si no existen incentivos de ventas que hagan más atractiva la compra de un determinado coche.
China se une al sufrimiento automotriz
No solo Estados Unidos, que es uno de los mayores mercados automotrices del mundo, está sufriendo este fenómeno económico, ya que la misma situación puede verse en su actual rival comercial, China, que también ha visto cómo sus ventas están disminuyendo, muy probablemente por la misma guerra comercial que está librando con Estados Unidos, en donde se han aplicado varias medidas, como lo es el aumento en los aranceles, entre otras más.
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Además de una baja en el poder adquisitivo de coches, China se encuentra experimentando una baja del Yuan y una fuerte caída en las acciones de Shanghai del 18% desde inicios de este año 2018.
Japón como invitado en la misma fiesta
Japón, la segunda gran economía de Asia, también ha estado sintiendo la caída de las ventas de automóviles a nivel mundial, todo a pesar de que Japón es un país en el cual comprar un auto es más visto como un lujo que como una necesidad debido a que en la actualidad es sumamente difícil moverse en estos por sus diferentes ciudades, siendo una opción mucho más rápida transportarse mediante los servicios públicos como el tren.
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Aun así, puede verse parte de esta crisis automotriz reflejada en el país del sol naciente, puesto que las ventas de coches cayeron un 3,4% en los primeros meses de este año 2018, algo que empeora cuando tomamos en cuenta que la población japonesa envejece cada vez más rápido, haciendo que sea un porcentaje más amplio el que renuncie a sus licencias de conducir, mientras que por otro lado, los más jóvenes están tomando la decisión de no comprar vehículos, precisamente por la responsabilidad y gastos que estos representan, eligiendo vías más prácticas para ellos como el ya mencionado transporte público, el cual es tremendamente efectivo en esa región.
Europa no se puede quedar fuera
Como otra de las grandes potencias automotrices del mundo, Europa no podía dejar de sentir los efectos de esta especie de recesión. Esto se debe a que Alemania, Francia, Reino Unido e Italia, que son sus cuatro mercados principales, prácticamente se han quedado estancados durante los primeros seis meses de este 2018, una situación que se complica cuando ya se ha dado a conocer un nuevo protocolo de prueba, que todos los fabricantes en territorio europeo deberán acatar, aunque de forma lenta y controlada.
Momento no hay un indicativo de mejora
Hasta ahora el panorama no parece ser muy alentador para la industria automotriz a nivel internacional, aunque este mercado ha salido parado de momentos muchísimo peores, encontrando inyecciones de capital tanto de sus mismos gobiernos como de otras empresas en busca de su propio beneficio, por lo que solo resta ver cómo inicia este próximo 2019.