Como ya habíamos comentado previamente en Cómo disminuir las probabilidades de tener un accidente de autos Parte 1, cómo los accidentes forman tanta parte de la naturaleza de la conducción, que se han ido arraigando como cuestiones que parecen ser inevitables. Sin embargo, todo aquello que puede prevenirse no tendría que ser considerado un accidente y para ello hay que estar muy atento a varias cuestiones.
Mencionamos cómo la manera de conducir era un aspecto destacado para el cuidado preventivo que se tiene que tener con el auto y entonces nos dimos cuenta que el respeto por las normas de velocidad, el uso del cinturón, el respeto de la distancia que hay que tener entre autos y las correctas señalizaciones que se tienen que hacer cuando se conduce, entre muchas otras formas, jugaban roles destacados.
Pero no solamente en el momento de conducir debemos comportarnos correctamente para mejorar la prevención, sino también en la preparación previa del auto y en el control que tiene que hacerse al mismo de forma periódica.
La mirada puesta en los neumáticos.
Los neumáticos juegan un rol fundamental en la conducción de un automóvil y en la seguridad que durante el andar se provee. Imaginá qué pasa cuando te encontrás cansado y tus piernas no responden. Probablemente la inestabilidad gane terreno y podés terminar cayéndote. Con los neumáticos sucede algo semejante.
En primer lugar tienen que encontrarse en buen estado. Deben tener las huellas bien marcadas y estar correctamente fijados. Es un control que debe hacerse así como también el hecho de verificar si cuentan con la presión adecuada. Cuando los neumáticos se encuentran desinflados los autos tienen más probabilidades de tener accidentes puesto que también se puede llegar a perder el control del volante durante la conducción.
Revisión mecánica.
Se asemeja a los controles que podés hacerte en el médico para prevención. Cuantos más estudios te hagas más habrás prevenido algunas de las afecciones que podrías llegar a sufrir. Con el auto sucede algo semejante. Si se hacen controles periódicos el porcentaje de accidentes que ocurran por fallas mecánicas será considerablemente menor.
El control que tiene que hacerse está en los frenos, en el embrague y en el cambio de la correa de distribución después de determinada cantidad de kilómetros.
Limpieza de las zonas de visión.
La limpieza de los espejos y los vidrios es una tarea que tendría que ser diaria. Toda la visión tiene que ser completa porque un trozo de espejo sucio puede ser ese accidente que podía evitarse.
De igual manera, se tiene que mantener un control de la posición de los espejos antes de salir a manejar porque en el medio de una ruta se hace complejo poder encontrar el foco si no se había buscado antes.
En relación con este punto hay otra cuestión que debe ser considerada: el cambio de las varillas del limpiaparabrisas. Estas piezas suelen desgastarse y resquebrajarse. Cuando ya no limpian y dejan la superficie con vetas es el momento de cambiarlas porque ya no cumplen su función y, por el contrario, dejan el vidrio con marcas que hacen imposible la correcta visión para una conducción segura.
¡Proponete ya mismo trabajar en la prevención con tu auto! Estarás salvando muchas vidas, incluso la tuya.
Y vos, ¿qué otras medidas tomás para prevenir accidentes?