Lavar el auto con muy poca frecuencia es malo pero lavarlo todos los días tampoco resulta siempre productivo. El punto está en encontrar un término medio que permita que el auto esté siempre a punto sin dañar ninguna de sus particularidades.
Y en cuestión de lavado pueden existir variables que tienen que ver con hacer una higiene doméstica del auto, en la casa o en la calle, por ejemplo o hacer lavar el auto en algún espacio destinado para tal fin.
Los centros de lavado han ido cada vez más optando por ofrecer un estilo de lavado manual o también llamado artesanal que se asemeja en gran medida a la limpieza que puede hacerse en casa y, como contraposición, se han ido dejando de lado los centros de lavado automáticos (aunque todavía quedan en ciertos lugares) puesto que empezaron a considerarse perjudiciales para algunas cuestiones de la integridad vehicular.
¿Cuáles son las verdaderas consecuencias del lavado de autos automático?
Si algo tienen de particular los autos es que cada uno tiene características que le son propias y que deben contemplarse en el momento en que se lava. Si hay algo que no hace un lavado automático es enfocarse en que alguna parte del vehículo se lave. Esto quiere decir que si hay algún bollo en el auto o alguna rotura que implique otra dedicación, seguramente quedará sin una buena higiene por la imposibilidad que tienen estos mecanismos de detenerse en cada detalle. Tampoco todas las partes del auto se lavan del mismo modo y esta no es una distinción que un rodillo firme y regular pueda hacer.
Por otra parte, los cepillos que forman los rodillos de lavado suelen ser blandos y con su accionar pueden corroer la pintura de los autos así como también dañar las antenas. En este último caso siempre es necesario quitar la antena antes de proceder al lavado y luego volver a colocarla en el momento en que se haya terminado de pasar el vehículo por los rodillos de lavado automático.
Otra consecuencia que se suele observar luego de los lavados automáticos es la observación de una falta de higiene en las zonas que se han ensuciado con materiales orgánicos como puede ser la suciedad que deje un árbol o la presencia de depósitos dejados por las aves. En estos casos la falta de presión que se ejerce en los lavados automáticos no solo deja la suciedad sin removerla en su totalidad sino que también, incluso, puede expandirla causando una mayor suciedad.
En relación con la distribución de la Cera que puede hacerse en los centros de lavado automático, ahí sí que lo recomendable es ni siquiera hacer el intento puesto que esta forma de protección de la pintura tiene que ser equitativa y regular por todo el vehículo de manera que no hay mejor instrumento que una mano y una franela para desplazarla.
Dicen que a buen entendedor pocas palabras…, pero si por momentos hasta solemos pensar en nuestro auto como un integrante más de nuestra familia, ¿por qué asignar a una máquina la responsabilidad de su limpieza sin otorgarle un trato más personalizado?
Lavado automático o manual: ¿con cuál te quedás?