Hombres y mujeres nos enfrentamos de manera distinta ante la selección de muchos de los objetos que nos rodean y que utilizamos en nuestras vidas. La elección de los autos a conducir no es una rutina aparte y veremos cómo el género femenino se concentra en pequeños detalles al momento de optar por su auto ideal.
Claro que dicha actitud puede ser escuchada por ciertas compañías que quieren satisfacer con sus productos a este público que está en constante crecimiento y demanda pero ¡ojo!, actuar basados en estereotipos parece no resultar tan efectivo.
Una historia de conquista al público femenino
Allá por el año 1955 la empresa Chrysler fue la que daba la iniciativa en autos pensados para la mujer desde su creación con el llamado “Dodge LaFemme” que contaba con la particularidad de ser rosa tanto en el exterior como en el interior, y que sumaba para la adquiriente algunos productos seductores como bien podían ser un impermeable, un sombrero para la lluvia, un paraguas e incluso un bolso que combinaba con todo el kit.
De este particular diseño se llegaron a fabricar 2500 unidades pero la demanda del vehículo fue baja y en dos años se dejó de ofrecer como alternativa. Igual suerte corrió el diseño hecho por la automotriz Honda que, solamente para Japón, creó una variedad en rosa del Honda Fit y que fue denominada “Ella”. Como fórmula atractiva proponía un parabrisas ultravioleta que prevenía las arrugas que producen los rayos del sol sobre la piel.
Pero pese a los esfuerzos en el cambio de color y en las ventajas que parecían ofrecer estos diseños para el público femenino, no lograron llamar verdadera atención del mercado de las mujeres que evidentemente se encontraba pensando en otras utilidades.
Lo que ellas quieren
Quedaba claro que no era el color la búsqueda diferenciada que impulsaba a las mujeres a elegir uno u otro auto. Como consecuencia, un estudio de mercado, empezó a determinar cuáles eran esas cualidades que se tornarían relevantes para optar por uno u otro auto.
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Entre las características más relevantes se relevaron
- Desarrollo de un mejor campo visual.
- Unidades de más fácil mantenimiento.
- Pintura que se pueda lavar fácilmente.
- Ahorro en la gasolina.
- Buena apertura de puertas.
Trazado este panorama muchas de las automotrices se concentraron en el armado de equipos de trabajo femeninos para que, con todos los conocimientos técnicos necesarios, se pudieran abordar maquinarias realmente atractivas.
De todos modos, en el día a día, y con los modelos que ya se encuentran en el mercado, se ha ido verificando que la elección más diferenciada entre la compra que haría una mujer o un hombre tiene que ver con que el género femenino se concentra más en las utilidades, los materiales con los que está compuesto el auto y el espacio de almacenamiento, mientras que los hombres generalmente privilegian el rendimiento.
De igual manera, en ambos casos, la perspectiva cambia un poco cuando lo que se necesita es satisfacer la demanda de una familia con hijos. En este aspecto ya no habría tanta diferencia en la elección que se fuera a realizar.
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