Hakan Sammuelson, el Director General de Volvo, anunció la decisión de fabricar sólo autos eléctricos, el pasado año, fundamentando la determinación de la marca, en que tal cambio de paradigma refleja el deseo de sus clientes. Hakan indicó: “La gente demanda vehículos eléctricos cada vez más y queremos responder a las necesidades presentes y futuras de nuestros clientes”.
Entre las metas de Volvo, se encuentra la de sacar de circulación los motores Diesel y fabricar sólo vehículos híbridos y/o totalmente eléctricos. Este objetivo, se implementará al 100% en el 2019 y para el 2021, planean tener al menos cinco autos eléctricos.
Lógicamente, este gran cambio en la automotriz será paulatino (ya que tiene en el mercado vehículos a combustión que deberá ir mejorando y actualizando), por lo que es para el año 2025 aproximadamente, que Volvo fabricará su último auto exclusivamente a gasolina o diésel. Cabe destacar, que es la primera empresa automotriz que se compromete a dicha meta.
Creemos que es un cambio de rumbo muy audaz por parte de Volvo, dado que si bien es creciente el interés de las personas por los autos eléctricos, el mercado que hay para ellos es aún muy pequeño. Para que tengas una idea, sólo el 1% de las compras de automóviles en Estados Unidos, Europa y China, se destinaron a vehículos eléctricos. Esta “falta de interés” por parte de los compradores, viene dada en una gran proporción por el costo de este tipo de vehículos, que finalmente hace que sus potenciales compradores se pregunten: ¿Cuánto se ahorra realmente con la compra de un coche eléctrico?
En Argentina, marcas como Kia y Renault, ya comercializan vehículos eléctricos.
Pero…el fin de toda esta transición y el punto importante, está en el cuidado del medioambiente (además del ahorro para cada usuario), un fin que debe tener el mundo en común: el cuidado del planeta.
En Europa, por ejemplo, donde se implementó la utilización del diésel para reducir la contaminación, en el 2020 pretenden hacer entrar en vigencia estrictas normas, que solicitarán una reducción de los límites a las emisiones de dióxido de carbono en un tercio, lo cual al día de hoy es imposible de cumplir, sin la utilización de motores total o parcialmente eléctricos.
En EE.UU., muchos Estados (al menos nueve) han adherido al reglamento de California: para el 2025 los autos y camionetas que se vendan, deberán tener emisión cero, lo que hace pensar que los autos deberán comenzar a funcionar con electricidad.
La idea de hacer una transición hacia vehículos más amigables con el planeta, es espectacular (y compartida por varios países en el mundo). Ojalá, podamos llegar pronto a un punto en que en las calles se vean más autos eléctricos y menos vehículos que contaminan el planeta que nos acoge.
Aún así, hay una realidad, y es que para lograr el objetivo de Volvo y para que otras automotrices se puedan adherir a su transición, los vehículos eléctricos deberán disminuir sus precios y tener más autonomía de recorrido.