Sí: puede que te hayas hecho esta pregunta alguna vez y no debes avergonzarte. En 123Seguro estamos para ayudarte con el contenido que necesitas para evacuar tus dudas y circular tranquilo.
Las llantas son una parte clave del funcionamiento y la seguridad de un carro. Podemos decir que son el único elemento que se encuentra constantemente en contacto con el suelo, determinando las capacidades de freno y tracción.
De esta manera, son un componente clave para la seguridad vial y la del conductor. Es por ello que, lejos de ser algo tonto, conocer su estado es clave para el cuidado del auto y de todas las personas.
Cada proveedor estima una duración para las llantas, que depende de su uso, kilometraje y antigüedad.
De todas maneras, existe una serie de guías para conocer cuánto duran las llantas, cuándo deben cambiarse y signos a prestar atención de su desgaste o averío. ¿Estás listo para aprender?
¿Cómo saber cuándo cambiarlas?
Cada compañía automotriz estima una fecha de caducidad para sus llantas. Es preciso aclarar que su vida útil comienza a partir de su integración en el vehículo, dentro de las fábricas.
En ocasiones de no presenciar daños, señales de alerta, accidentes o signos que hayan dañado su condición, las llantas deberán ser cambiadas cada cinco años, sin que excedan ciertos kilometrajes.
Para las llantas delanteras, se aconseja un cambio cada 40.000 kilómetros y los traseros cada 60.000 kilómetros. Si se cumplen estas distancias previo a los cinco años, deberá efectuarse la sustitución de todas formas.
Asimismo, si un carro posee un recorrido menor de lo estimado, deberá realizarse la sustitución aun así, al cumplirse los cinco años.
Sin embargo, se aconseja realizar una inspección anual de las mismas, que contemplen su presión y revisen la existencia de daños o fugas de aire.
Señales a tener en cuenta
Más allá de los controles anuales recomendados existe una serie de recomendaciones a tener en cuenta para distinguir si una llanta requiere un reparo en especial o bien un cambio definitivo.
Es necesario prestar atención a los siguientes signos:
- Laterales dañados.
- Agujeros de más de 6 mm de diámetro: aquellos que sean menores pueden, en muchos casos, ser reparados con parches. Sin embargo, un tamaño mayor a este no es recomendable y se deberá sustituir la llanta entera.
- Existe más de un agujero de tamaño considerable.
- Pérdida continua del aire, sin daños externos visibles: generalmente pueden indicar un problema mayor, daños internos o fallas de fabricación.
- Presencia de grietas y fracturas.
- Incapacidad de respuesta del vehículo a la hora de acelerar y frenar, especialmente cuando se transitan áreas húmedas o con lluvia.
- Vibración del volante al conducir, especialmente al superar los 90 km/h. En este caso te aconsejamos cesar el manejo de manera segura y recurrir urgentemente al mecánico.
- Marcha inestable, no fluida al transportarse en el vehículo.
Guía completa sobre el cuidado de llantas
Si creías que eso era todo, sumamos algunos tips útiles para cuidar la condición y durabilidad de las llantas:
- Comprobar la fecha de fabricación y agendar visitas mecánicas anuales.
- Inspeccionar periódicamente la presión de aire, la alineación, válvulas de inflado y el desgaste de la banda de rodadura.
- Realizar una revisión completa cada cinco años.
- Prestar atención a la aparición de vibración del vehículo al conducir.
- Tomar registro de la frecuencia de mantenimiento de presión y aire.
Factores que afectan a las llantas
Existen ciertas situaciones, conductas y escenarios que pueden afectar a la condición de las llantas del carro.
Antes de irte, ten en cuenta alguna de estas consideraciones para su cuidado y la seguridad vial:
- Análisis del camino: ciertas características de la ruta por la cual el carro transita afectan a su calidad, como los pozos, desniveles, reductores de velocidad o lonetas, objetos punzantes, pérdidas de aceite o grasa en asfalto, derrames de productos químicos, entre otros.
- Hábitos de conducción: el conductor debe manejar siempre con precaución, para la seguridad propia y vial. Ciertas conductas como los arranques o frenadas repentinas, cambios de maniobrabilidad bruscos, desaceleración rápida, pueden afectar a las llantas. ¡Ten cuidado!
- Modelo indicado: si bien no es común, utilizar formatos inadecuados, tamaños incorrectos o llantas incompatibles con el automotor, no solo dañan las mismas, sino a todo el vehículo y su desempeño.
Ya tienes todos los tips e información sobre tus llantas. Ahora solo tienes que ponerlos en práctica y estar más atento. Sigue leyendo nuestro blog para encontrar más contenidos que respondan tus dudas frecuentes y recuerda contratar tu cobertura en 123Seguro para circular sin inconvenientes.