Los autos sin conductor ya no constituyen un sueño lejano o parte de la mente de un productor de Ciencia Ficción. Hemos visto a lo largo de varias aproximaciones cómo ya se han convertido en piezas reales y en algunos casos, como el del emblemático auto de Google, se han puesto ya en práctica en las calles para demostrar que nada sobre conducción automovilística estaba ya cerrado o dicho.
Grandes marcas como Audi, Nissan o Volvo también están poniendo filo a los sensores con sistemas de estacionamiento automático cada vez más precisos y poco falta para que sus autos sin conductor salgan a las calles para cumplir tantas funciones como tu imaginación lo permita.
Y con esta realidad ya manifiesta y la consecuente proyección que se establece hacia el futuro, la pregunta que queda por formularse es cómo afrontarán el reto las aseguradoras para los accidentes que puedan ocasionarse en los casos de vehículos sin conductor.
¿Se anulará por completo la responsabilidad humana? ¿Deberán debatirse nuevas formas de culpabilidad que recaerán en programadores o planeadores virtuales de los recorridos?
Futuro esperanzador: una ruta con menos siniestros
Sin demasiada investigación, tan solo con evaluar algunos porcentajes que las propias aseguradoras manejan, se sabe que el más alto porcentaje de accidentes viene de la mano de fallos humanos. Siendo así, cuanta más tecnología haya para controlar el andar vehicular, menos tendrían que ser los accidentes que se den en la calle.
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La metodología básica con la que trabajan, hasta el momento, los autos sin conductor es mediante un sistema de sensores, radares y láseres que son los que se ponen en juego a medida que el auto avanza tomando distancias y generando los cálculos necesarios para que no se produzcan choques.
La gran promesa de la seguridad vial se ha puesto en un primer plano y por ello no es ta alarmante el futuro que se espera.
En los períodos de prueba de los autos sin conductor en Estados Unidos llegan a siete los impactos que se han producido con otros vehículos y siempre han sido desde la parte trasera. Dicen los programadores actuales de estos autos que es una cifra bastante baja considerando que aún son modelos que se encuentran en desarrollo.
¿Qué papel les queda a las aseguradoras?
El problema que queda planteado para las aseguradoras tiene que ver con que en el caso de pólizas contra terceros, la culpa siempre la tiene el conductor y, en caso de que no haya conductor, ¿quién sería el responsable del incidente que se haya producido?
¿Tendrá que hacerse cargo el propietario del auto?¿Será responsable el desarrollador?
Acorde con la legislación vigente no existen todavía cláusulas que den respuesta a estos interrogantes. Incluso, no hay todavía aprobación, en nuestro país, para que los autos sin conductor se desplacen por las calles.
Muchos cuestionamientos quedan dando vuelta puesto que si bien se espera que los accidentes sean mucho menores dadas las medidas de seguridad con las que transitarán estos vehículos sin conductor, también es cierto que en caso de que ocurriera algún accidente, el costo de reparación sería mucho más superior que el de un auto estándar.
Como un punto a favor, las aseguradoras tendrán que afrontar menos fraudes ya que todo hecho queda almacenado de manera directa al instante.
Por ahora son todo conjeturas pero que se deben empezar a revisar estas proyecciones no hay duda ya que ¡el futuro corre más rápido que el auto más veloz y llega antes de que todos se lo esperen!